El aporte de nitrógeno es muy importante en los cultivos forrajeros con excepción de las leguminosas, que son capaces de absorber el nitrógeno atmosférico mediante sus nódulos simbióticos (rizobios)
En suelos muy ácidos, el aluminio del complejo de cambio es el causante principal del escaso crecimiento de las plantas. En estos suelos se debe aplicar un corrector de acidez en función del nivel de aluminio detectado en el análisis del suelo para conseguir un pH óptimo de 5.5 para pradera y 7.2 para la alfalfa.
Entre los micronutrientes es importante no excederse en el aporte de manganeso ya que afecta negativamente al desarrollo del sistema radicular.