El algodón es un producto único, una de las fibras más utilizadas en el mundo. Proveniente del algodonero, planta del género Gossypium y la familia de las malváceas, dispone al menos de 40 variedades conocidas.
Se compone de multitud de fibras blandas y aislantes, que admiten el blanqueado y teñido, y además son muy resistentes a la rotura por tracción, lo que lo hace idóneo para la fabricación de prendas de vestir y otros tejidos. Además, es muy resistente a altas temperaturas y a productos químicos sin apenas dañarse.
Además de las fibras, el resto de componentes de la planta tiene también uso y potencial, especialmente en cosmética, puesto que de sus semillas se puede extraer el aceite de fantásticas propiedades para multitud de cremas, e incluso margarinas en alimentación.
Aunque su desarrollo fundamental corresponde en especial a países con clima más tropical, Andalucía se ha convertido en la principal región productora de algodón en España. El motivo no es otro que las adecuadas condiciones climáticas del sur, así como al cada vez mayor conocimiento que tenemos de esta planta, lo que nos permite adecuar sus necesidades óptimas de regadío y de fertilización adecuada.
En este artículo, queremos contarte un poco más sobre este producto, el cuál nos acompaña a todos de una forma u otra en nuestro día a día, pero del que aún desconocemos muchas cuestiones. En especial, queremos profundizar en el uso de los fertilizantes óptimos y las cantidades recomendadas para este tipo de cultivo.
El suelo, la base.
Lo ideal es que esté limpio de maleza y preparado para dicho cultivo. Requiere para ello de cierta profundidad para la retención necesaria de agua, por lo que se tratará de un terreno arcilloso, y para que sea permeable con un PH entre 5.5 y 8.
El abono, el alimento.
En relación al uso de abonos, hay que tener en cuenta la cantidad máxima de nitrógeno aportada, pues no debe sobrepasar los 280 kgN/Ha. Además, no se debe aportar nitrógeno tras el inicio de la maduración. Para un suelo con un nivel normal de materia orgánica, recomendamos aplicar fertilizantes con formulaciones que presenten en conjunto una relación N:P2O5:K2O del orden de 2:1:
A continuación, te recomendamos los mejores fertilizantes para este tipo de cultivo:
- Abonado de fondo: Se recomienda aplicar entre 300 y 600 kg/Ha de fertilizantes de la GAMA NPK, (dependiendo de la fórmula elegida).
- Abonado de cobertera: La aplicación de nitrógeno se debe realizar en dos coberteras de 300-600 kg/Ha en cada una con las GAMAS NITROSAC / INNITRO. En suelos con escasez de materia orgánica, se recomienda emplear la GAMA FERTIORGAN en vez de la NPK, con las mismas dosificaciones.
Clima y proceso de cultivo
La temporada de siembra del algodón suele ser en primavera ya que necesita calor. Su crecimiento y floración se producirá al cabo de 5 meses.
El clima debe ser cálido, ya que su germinación tiene lugar con temperaturas por encima de los 14ºC, siendo la temperatura de 20ºC la ideal. Requiere de mayor cantidad de agua en el mes anterior a la floración, el periodo más sensible a la sequía. Por otro lado, en la etapa de floración necesitará entre 20º y 30ºC. Finalmente, para su maduración requerirá entre 27 y 30ºC.
Su recolección ideal es de tipo manual, lo que permitirá obtener un producto más limpio y de mayor calidad, aunque suponga un incremento en el coste de producción así como un mayor tiempo de recogida.
Una vez recolectado, se separan las semillas y las fibras de las vainas para obtener sus motas (las partículas de hilo de algodón). Comenzará así su proceso de industrialización.