El objetivo de la curva de absorción de nutrientes es poder facilitar a nuestras plantas y cultivos los elementos necesarios para que su crecimiento sea óptimo. Los nutrientes tienen que estar presentes en la cantidad necesaria y en el momento adecuado, para poder obtener la máxima eficiencia de la plantación. Una oportunidad que no debemos dejar escapar, por lo que el análisis del suelo y especialmente el de la planta es vital para acercarse lo máximo posible a un buen rendimiento.
Alimentos y productos de primera calidad
Cada vez somos más exigentes, ya no nos vale cualquier cosa, especialmente si hablamos de alimentación. Una exigencia que también ha germinado en los agricultores y especialistas en producción de alimentos, que han podido notar como hay una mayor concienciación por parte del consumidor. La calidad del producto final se ha convertido en una gran prioridad.
La calidad siempre ha sido uno de los principales objetivos de los agricultores. Desde hace un tiempo atrás, el número de análisis y estudios de las plantaciones ha crecido exponencialmente con el fin de mejorar la eficiencia y la calidad de los cultivos.
El sentido de la curva
Como si fuéramos auténticos pilotos de F1, debemos buscar cuál es la trazada ideal para potenciar correctamente el crecimiento de la planta. Este es el objetivo de la curva de absorción de nutrientes, ser capaces de poner a disposición de nuestro cultivo los nutrientes necesarios en el momento y en el lugar más adecuados. Para poder determinar cuál es la curva de absorción podemos realizar distintos análisis que pueden complementarse entre sí como el análisis del suelo o el estudio analítico de las hojas.
El sector agroalimentario sigue evolucionando y volviéndose cada vez más efectivo. Y esto no ha sucedido por mera casualidad. Sino, por una serie de aportaciones en la que las nuevas tecnologías, maquinarias y herramientas han tenido mucho que ver.
Nitrógeno, no estás solo
Aunque el nitrógeno sea la cabeza y el elemento más valorado en el crecimiento de la planta, no está y no debe estar solo. Normalmente, está acompañado por otros elementos como el azufre, el magnesio, el fósforo…etc, que ejercen de «escuderos del nitrógeno«. Formando equipos perfectamente diseñados para que el crecimiento de la planta sea el más completo posible. Por lo que no debemos olvidar, que el nitrógeno por sí solo no sería capaz de obtener los mismos rendimientos que estando siempre complementado por otros elementos esenciales.
Recordemos que la formación de estos equipos deben adaptarse a nuestros cultivos. Siempre dependiendo del tipo de cultivo, de la climatología o del estado del suelo.
Conocer nuestro cultivo casi como a nosotros mismos
La relación que se crea entre el cultivo y el agricultor es muy estrecha. Son un gran número de horas de trabajo, cuidado y mantenimiento del cultivo. Por lo que es lógico que una de las principales preocupaciones de estos profesionales sea conocer al máximo sus cultivos. El conocimiento de la planta y del suelo, lo podemos obtener a través de los distintos análisis que hemos mencionado con anterioridad.
Todo esto logrará que los agricultores sean mayores conocedores de las demandas de sus cultivos. Algo fundamental para generar un rendimiento óptimo, ahorrando tiempo, y por lo tanto, costes.